miércoles, 6 de marzo de 2019

Rafeiro do Alentejo



El Perro mastín del Alentejo es un moloso de gran tamaño, fuerte, musculoso, rústico y sobrio. Su cabeza es grande y maciza. Sus orejas son triangulares y de inserción media y se presentan dobladas, con pliegues y le cuelgan a ambos lados. Su cola es larga, curvada y peluda. El cuello es corto y achaparrado y los cuartos traseros anchos y musculosos. Su pelaje es más bien semi-largo, de unos 3 a 6 cm de longitud, muy espeso, liso y denso. El color es negro, gris-lobo, leonado o amarillo a menudo combinado con blanco, manchado, rayado o atigrado.
 El mastín del Alentejo es una raza molosoide, la más grande de Portugal, creada a partir del cruce a finales de la Edad Media de mastines españoles, perros de la Sierra de la Estrella y otros perros autóctonos. Entre el siglos 16, y 19 estos perros fueron usados por los ganaderos portugueses para proteger al ganado de los lobos en los recorridos por las cañadas durante la trashumancia estacional. La selección natural en unas condiciones de trabajo tan duras conformó unos perros fuertes, ágiles, valerosos y duros en la pelea con predadores. En el Siglo XIX la raza ya estaba plenamente asentada en el Alentejo. Su número disminuyó en la década de 1970 pero la cría reciente le ha asegurado la supervivencia. El mastín del Alentejo es un pastor típico molosoide cuya principal actividad ha sido tradicionalmente, la de perro guardián de granja y fincas rurales en el Alentejo portugués. También se empleó con éxito en actividades ganaderas en tareas de guarda y guía principalmente de ovejas. Por sus características requiere cierta actividad y necesita ejercicio, paseos, ocupación y juego. Son aptos para entornos rurales y espacios amplios, preferiblemente exteriores, y algo menos para entornos urbanos con todas sus limitaciones.

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