El Perro de montaña de los Pirineos o Gran
Pirineo es una raza de perro grande y majestuosa, usada
tradicionalmente para proteger ganado en
los pastos (especialmente ovejas) y como perro guardián. No debe ser confundido con
el Mastín del Pirineo, similar en nombre y
características pero que constituye una raza totalmente distinta.
El Gran Pirineo es un perro leal y valiente, excelente
guardián y esforzado protector de todos aquellos a los que considere dentro de
su familia: hay casos documentados de perros de esta raza arremetiendo
contra osos pardos y
luchando con ellos hasta la muerte para defender a sus dueños. Son perros muy
independientes, tremendamente pacientes con niños y otros animales y
prácticamente incapaces de causar daño a sus dueños o cualquiera de sus
propiedades. Sin embargo, todo su amor y cuidado puede convertirse en una feroz
determinación cuando se trata de defender cualquier cosa que considere que se
ha puesto a su cargo. Es el perro guardián por antonomasia, sobre todo contra
cualquier tipo de predador o plaga animal. Por su tamaño, pocos son los que
pueden hacerle frente, y no se asusta prácticamente ante nada.
Sin embargo, no todo son ventajas. Por su tamaño, comen en
mucha mayor cantidad que otras razas. Además tienen tendencia al sobrepeso, por
lo que necesitan mucho ejercicio y largas caminatas; si no se dispone de un
jardín grande o una gran extensión de terreno, los paseos diarios deben sumar
por lo menos una hora.
El Gran Pirineo es, además, un guardián proactivo: en lugar
de quedarse rondando en la zona a vigilar, se dedica a merodear por los
alrededores siguiendo un patrón concéntrico, volviendo de vez en cuando sobre
sus pasos. Es una característica excelente para un perro pastor que esté solo
en medio del campo, porque le permite detectar posibles peligros mucho antes de
que lleguen a una distancia de amenaza. Pero en cualquier otro entorno, eso
significa que no se quedará nunca dentro de la propiedad, independientemente
del espacio que abarque. Sea cual sea el tamaño del jardín o terreno, tiene que
mantenerse completamente vallado si se quiere mantener dentro al perro.
Es un perro de tipo moloso,
aunque de rasgos más estilizados y menos redondos de lo habitual en el tipo.
Ésta es una de las mayores razas existentes. Los machos adultos pesan entre 50
y 60 kg y
suelen medir entre 70 y 80 cm de
altura hasta la cruz. Las hembras son algo más pequeñas, entre 40 y 50 kg de
peso y de 65 a 75 cm de altura. Su pelaje es muy grueso, de color
principalmente blanco con manchas grises o de un tono crema en cara, patas y a
veces cuerpo. Solo uno de cada cuatro presenta un pelaje totalmente blanco.
Raramente supera los 10-11 años de vida.
Otra de sus características diferenciadoras es la presencia
de seis dedos en las patas posteriores en lugar de los cinco habituales, rasgo
supuestamente buscado por los criadores originales para mejorar la tracción en
terrenos nevados.
Origen
Es también una de las razas más antiguas documentadas,
empleada durante casi un milenio por los pastores vascos,
de donde adoptó el nombre. Debido a su tamaño y apostura, ha sido el perro
oficial de la corte francesa hasta la desaparición de la misma durante la Revolución francesa.
Hoy día la especie ha excedido con creces su ámbito
geográfico habitual, y es especialmente valorada en Australia y
los Estados Unidos de América como perro
pastor y guardián en grandes extensiones de pastos.
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